La jornada de puertas abiertas de la iglesia de San Juan de los Reyes, gracias a la iniciativa del Ayuntamiento de Granada y la Federación de Cofradías para celebrar el Día de la Solidaridad de las Ciudades Patrimonio Mundial; se ha saldado con gran éxito. Más de 150 granadinos y turistas han pasado por el citado templo ubicado en el histórico barrio del Albaicín en Granada, dentro de la ruta ‘El patrimonio cristiano’.

 

Dentro del programa oficial preparado por el Consistorio de la capital, tres numerosos grupos han podido conocer de cerca la historia de San Juan de los Reyes y el patrimonio de ésta. La pieza más antigua, la pintura donada por la reina Isabel la Católica titulada ‘La Quinta Angustia’, y que se encuentra en altar mayor. El presidente de la corporación, Salvador Garzón, fue en el encargado de explicar todos los detalles.
 
 
 

 
Además, los asistentes pudieron admirar de cerca las tres imágenes titulares de la hermandad del Santo Vía Crucis, expuestas en sus habituales altares en el lateral norte de la sede. También se ha mostrado la cruz de taracea granadina que porta el Señor de la Amargura en su salida del Martes Santo, la túnica burdeos ricamente bordada y un terno en terciopelo azul marino perteneciente a Nuestra Señora de los Reyes.

 

El Vicario General y Moderador de la Curia, Manuel Reyes, acompañado por Antonio Martín, presidente de la Federación de Cofradías, quedaron gratamente sorprendidos por la presentación de la iglesia gracias al trabajo de los cofrades de la hermandad  albaicinera. Del mismo modo, muy buena impresión se levaron los distintos concejales del Ayuntamiento de Granada que pasaron durante la mañana por el templo como Rocío Díaz (concejal de Turismo), Fernando Egea (concejal de Bienestar Social y Familia) Vicente Aguilera (concejal de Participación Ciudadana), María Francés (concejal de Comercio y Ocupación de la vía pública) y Juan Francisco Gutiérrez (concejal de Juventud).

 

Por otro lado, desde las 10:30 horas que se abrieron las puertas del templo, la asistencia de visitantes fue constante. Entre ellos, un considerable grupo de turistas bilbaínos y pequeños grupos de extranjeros.