Santo Vía Crucis

El rezo del Vía Crucis ha sido punto nuclear de la Hermandad desde sus orígenes, hasta el punto de convertirse en el titular principal. Tanto que da pie a la fundación de la misma con el propósito de salir desde la parroquia de Nuestro Salvador hasta la ermita de San Miguel Alto para llevar a cabo el rezo, con independencia de las imágenes que presidieran la procesión. Hasta catorce altares se montaban en el barrio del Albaicín, gracias a la implicación de los propios vecinos.

Desde 1990 en adelante el libro con el rezo del vía crucis está presente en el cortejo del Martes Santo, coincidiendo con la primera salida de la Hermandad desde la iglesia de San Juan de los Reyes. El por entonces vocal de Cultos de la Hermandad, Cristóbal Quesada, escribió el texto de las catorce estaciones.

Años antes, la Hermandad siendo hermano mayor Luis Recuerda recupera el montaje de altares -como a la vieja usanza se hacía-, a propuesta de Gonzalo Gallas y Alfonso Valenzuela, para lo que se cuenta con la colaboración de parroquias y establecimientos localizados en el itinerario que recorría la cofradía por el centro de la ciudad.

Será en 2015 cuando la Hermandad decide dar un paso más y encarga a José Manuel Martínez Hurtado el bordado de la portada del libro, bajo diseño de Salvador Garzón.

Recrea un frontispicio de estilo barroco con una cartela en la clave del arco que recoge el escudo de la Hermandad y otras dos en las enjutas que recogen atributos de la Pasión. En el centro, sobre un calvario de roca, figura la cruz como árbol de la vida rodeada de otros elementos pasionistas.

En el interior del libro figuran las catorce estaciones que se rezan en el recorrido de vuelta a San Juan de los Reyes, desde la plaza de Santa Ana hasta el templo sede de la Hermandad. El regreso por la Carrera del Darro, Paseo del Padre Manjón, Cuesta del Chapiz y San Juan de los Reyes se convierten en uno de los momentos más especiales de la Semana Santa de Granada.