La iglesia de San Juan de los Reyes se llenó de hermanos y cofrades para honrar a la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Amargura que estuve expuesto en devoto besapié durante toda la tarde de ayer, sábado 5 de abril. Una vez concluido esta cita con la imagen que concibiera José de Mora en el siglo XVIII, se produjo el traslado de la misma a su paso de salida.
Para la ocasión, como ya es costumbre desde el pasado año, se realizó el rezo de las cinco llagas de Cristo por las naves del templo con el Señor portado en andas por sus costaleros y hermanos. Decenas de devotos y cofrades acompañaron ese momento relevante que nos encamina directamente hacia un nuevo Martes Santo.
Jesús de la Amargura fue conducido a la capilla anexa de salida desde la iglesia y estuvo escoltado en ese camino por los hermanos que portaban cirio para iluminar el transitar de la imagen. La misma llevaba para la ocasión la túnica en terciopelo morada y el corazón con resplandores que este año estrena gracias a la donación de una devoto. Cabe recordar que la pieza la ejecutó el taller cordobés de Jesús María Cosano en metal chapado en oro.