La Hermandad ha hecho un vez más de la venta de tortas de la Virgen y otros dulces típicos un punto de encuentro para hermanos y asiduos al puesto. Una tradición que en esta edición ha cumplido ocho años y que se ha consolidado cita tras cita. Durante el pasado fin de semana se ha palpado a pie de calle la buena salud de la que goza nuestra corporación.
Numerosos hermanos de todas las edades han participado en los turnos de venta, rellenando así el extenso horario de apertura del puesto. Además, las ventas también han repuntado en relación a años anteriores. Desde tortas de la Virgen (con una variada gama) a otros dulces más especiales como los Caprichos de la Virgen, que han vuelto a triunfar.
Además, cabe destacar la aportación de varios hermanos que de manera totalmente artesanal han realizado pestiños y trufas. Incluso, se ha aportado un variado surtido de frutas de temporada que también han tenido muy buena salida.
Llegado este punto toca agradecer la elevada participación de los hermanos y el interés mostrado por la clientela que de nuevo ha vuelto a repetir con nuestros productos. Con el deseo de repetir el año próximo, muchas gracias a todos.