La Hermandad ha recibido un tercer diseño para el futuro bordado del paso de palio de Nuestra Señora de los Reyes, se trata del trabajo realizado por el jienense afincado en Granada, José Manuel Martínez Hurtado. En el dossier adjunto a la obra que entregó el pasado jueves 9 de octubre se expone lo siguiente:

APUNTE ICONOLÓGICO Y MORFOLÓGICO

Proyecto de bambalinas y techo del paso de palio para el paso procesional de Nuestra Señora de los Reyes.

La configuración de una imagen estética en el paso de palio de Nuestra Señora de los Reyes se halla cada vez más consolidada, con una orientación definida hacia la sobriedad y recogimiento, en plena consonancia con el carácter penitencial que descuella de la Real Hermandad del Santo Vía Crucis, Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Amargura, María Santísima de las Lágrimas y Nuestra Señora de los Reyes. Por ello se hace necesario expresar, a través del campo del diseño, unas líneas formales que conduzcan a hacia esa misma expresión, conseguida a través de características singulares, que parten desde la propia idiosincrasia de la Hermandad hasta el tipo de vestimenta de la imagen de Nuestra Señora de los Reyes o el repertorio musical escogido para acompañar el paso de palio de dicha titular en la Estación de Penitencia del Martes Santo.

La consecución de estos signos ha procurado, como apuntábamos, la definición de una imagen identitaria y particular, que hace fácilmente reconocible al paso de palio de Nuestra Señora de los Reyes. Así, la propuesta que ahora se presenta de manos del taller de José Manuel Martínez Hurtado es fruto del estudio minucioso de los elementos históricos que, transversalmente, confluyen en la imagen titular o en la propia corporación que le rinde culto. Asimismo, reconociéndose el valor singular que tiene la Semana Santa en Andalucía, dicha propuesta se deja embeber de la tradición del diseño de la piedad popular que vio en el primer tercio del siglo XX algunas de sus cotas más significativas.

JUSTIFICACIÓN GENERAL

La estética general que presenta la Semana Santa de Granada es, sin duda, fruto de una experiencia histórico-artística de gran variedad, que asienta sus repertorios formales en la tradición anterior, ya sea por influjo de la arquitectura, de la pintura, la escultura o las artes suntuarias. La iniciación de esta rememoración parte de los presupuestos sociológicos del siglo XIX y del primer tercio del siglo XX, en los que se procura una regeneración social a través de la revisión de los estilos históricos.

El historicismo es una propuesta estética que sirvió entonces para reencontrar a una sociedad un tanto hastiada con una nueva coyuntura, en la que la prosperidad y la modernidad imperaron. En el diseño que ahora se presenta se parte, igualmente, de una consideración neohistoricista, en el que plantear una perspectiva en cuanto a conceptualización del espacio artístico. Por una parte la revisión del estilema neobarroco, harto recurrente en las  creaciones destinadas a la piedad popular, ha provocado que el propio significado de lo barroco haya quedado diluido hasta no reconocer nada lo genuino de este estilo. Por ello, se propone una revisión del gótico español, bajo aquellas mismas consideraciones que en el siglo XIX hicieron de este estilo el adalid de la piedad, la religiosidad y un nuevo orden moral.

Esta religiosidad a la que aspira el neogótico radica en la revitalización de la sociedad del siglo XIX. Esto mismo podríamos ponerlo en relación con la conceptualización de la Granada del siglo XVI, que tal y como apunta Orozco Pardo procuró la construcción en un nuevo orden, de una realidad metafísica, puesta en relación con la creación de un espacio que, por mor de la forma, esté vinculada con la función: la construcción de la Jerusalén celeste, una misma interrelación que radica en la propia idiosincrasia de la arquitectura gótica, como establece Simson. Aquí se hallan, pues, uno de los principios iconológicos sobre los que se quiere sostener el presupuesto estético del proyecto que ahora se presenta.

Al margen de lo expuesto, se hace necesario percibir cómo el empleo de la decoración vegetal a lo largo del conjunto diseñado responde, como apuntábamos, a esa conexión inevitable, a la par de indefectible, con las artes suntuarias de la tradición andaluza. El uso de todo tipo de elementos vegetales y florales constituye, quizá, uno de los elementos decorativos más recurrentes, por la gran versatilidad que posee esta decoración a cualquier tipo de manifestación artística. Así, ha resultado ser uno de los motivos esenciales dentro de la producción textil a lo largo de la historia pero también como elemento destacado en la arquitectura -donde siempre ha participado del diseño imbricado a la funcionalidad tectónica- y, en menor medida, dentro de las artes plásticas donde ha venido a constituir un factor secundario.

Finalmente, podríamos traer a colación el empleo de elementos epigráficos y heráldicos que pertenecen, de forma idéntica, a los repertorios decorativos tradicionalmente empleados en la cultura occidental, como signo de distinción entre la sociedad, ya sea a través de construcciones intelectuales, insertas dentro de la literatura emblemática y jeroglífica, o constituyendo blasones que identifiquen a sus poseedores con su tradición familiar o institucional.

ANÁLISIS FORMAL E ICONOLÓGICO

El diseño de la bambalina frontal del paso de palio de Nuestra Señora de los Reyes se constituye formalmente a través de una plantilla decorativa, axialmente simétrica, a base de elementos decorativos que podríamos identificar con la tradicional cardina, de estilo gótico, que conformó un paradigma estético dentro de dicho estilo, con recurrente aparición en la decoración arquitectónica, como complemento de la escultura, en la aplicación de elementos estructurales, tales como nervaduras, o como elemento estrictamente superfluo en capiteles, frisos y lugares similares. La parte inferior de la bambalina, recortada con perfiles irregulares, a base de elementos flordelisados y formas trilobuladas, que sin duda beben de la tradición del gótico clásico.

Worringer en su obra La esencia del estilo gótico (1911) observaba cómo la enmarañada decoración vegetal gótica era considerada como una muestra del apercibimiento humano con respecto al entorno natural: un mundo irracional, de ensoñación, de difícil dilucidación intelectual. No ha de extrañar, pues, que las cardinas, junto con las representación antropomorfas o zoomorfas ocupasen zonas que no se interrelacionaban con el espacio de culto, tal como los hastiales, contrafuertes, claustros, etc. Su aplicación al contexto que nos ocupa, el paso de palio de Nuestra Señora de los Reyes, la decoración descrita podría entenderse bajo esa misma lógica. El exterior responde a una forma vegetal, exenta de elementos antrópicos y que se traducen como un universo oculto, dominado por el caos, por un sentimiento incontrolado y exento de lógica y raciocinio.

Por su parte el techo de palio se constituye a través de un elemento central, constituido por un elemento heráldico, correspondiente al escudo de armas de los Reyes Católicos -fundadores de la iglesia de San Juan de los Reyes y patronos del templo- y en torno al cual se inscribe una retícula en losanges compuesta a base de formas octogonales que rememoran la tradición de las bóvedas de pinjantes, tradicionales del gótico tardío y cuyo ejemplo más próximo lo hallamos en la cubierta del presbiterio de la iglesia del convento de Santa Isabel la Real (Granada), fundado bajo el auspicio de la reina Isabel I de Castilla. En el centro de la retícula, flanqueando el escudo de armas se hallan dos cartelas que contienen las grafías F e Y, ambas timbradas por una corona real abierta, que se relacionan, igualmente, con los patronos del templo de San Juan de los Reyes.

Simson, a quien ya aludimos anteriormente, habla de cómo la “iglesia es, mística y litúrgicamente, una imagen del cielo” y así es como se expresa, de forma simbólica el techo de palio de Nuestra Señora de los Reyes. Las formas geométricas en las que se expresa la retícula se ve reforzada con las estrellas insertas dentro de estos espacios, cuya forma ordenadora refleja la metafísica medieval, de pureza y claridad, propia de las esferas celestes. Esta expresión reducida del cosmos entraría en total disyuntiva con la imagen exterior en cuanto a su iconología, representando la perfección y la pureza, propias del espacio sacro.

CONCLUSIONES

Todas estas formas y expresiones, aunque expresadas de forma sucinta, responde a un interés de encarnar, de forma armónica, presupuestos estéticos y simbólicos, que respondan conjuntamente al criterio de la Hermandad así como a los presupuestos históricos que los constituyen. Asimismo, es pretensión de este proyecto, no sólo el resultado bello y armónico sino también un trasfondo semiótico que traduzca forma y función en un mensaje iconológico profundo, capaz de expresar a través de lo intangible conceptos abstractos, como fue el propio historicismo goticista, que procuró renovar los conceptos de la escolástica medieval, poniendo de manifiesto una realidad hierofánica a través de la expresión del arte.

En nombre de todos los hermanos, la Junta de Gobierno quiere agradecer y felicitar a José Manuel Martínez Hurtado por esta nueva obra dotada de un riguroso informe histórico-artístico para mayor gloria de Nuestra Señora de los Reyes.

Cabe recordar que en el Cabildo de hermanos del pasado 10 de junio se anunció que en la sesión que abriera el curso 2014/2015 se sometería a votación el futuro diseño de los bordados del paso de palio de Nuestra Señora de los Reyes. El plazo para la recepción de más proyectos concluirá en octubre de 2014, antes de la fecha de celebración del Cabildo de inicio de curso en el que se produzca la elección a cargo de los hermanos.

Ver otros diseños que concurren a la votación (por orden de entrega de los autores):

.- Diseño de Benjamín Rodríguez

.- Diseño de Mario Ramos

.- Diseño de Francisco Cidfuentes

.- Diseño de Sebastián Marchante